En 2020, una joven norcoreana huyó de su país cruzando la frontera con China. Las autoridades chinas la atraparon cuando viajaba a Vietnam y su suerte parecía echada.
Por lo general, China envía de vuelta a Corea del Norte a los desertores norcoreanos que captura en su territorio.
Lo que salvó a la mujer, una veinteañera, fue decir que su madre y su abuela vivían en Japón.
Una prueba de ADN demostró que la desertora era nieta de una mujer japonesa que varias décadas atrás había migrado a Corea del Norte con su esposo de origen coreano.
Así las cosas, China decidió entregar a la desertora a Japón en diciembre de 2020. El hecho, sin embargo, recién se hizo público el viernes a través de Kyodo.
La mujer recibió apoyo del gobierno japonés después de que este tomó conocimiento de su ascendencia japonesa y negoció con su par chino la entrega de la desertora.
Bajo la tutela de las autoridades japonesas, la joven se mudó a Japón, pero en julio de 2022 decidió establecerse en Corea del Sur.
El gobierno japonés, en principio, acepta por motivos humanitarios a desertores norcoreanos que vivieron antes en Japón y fueron a Corea del Norte bajo un programa de repatriación entre 1959 y 1984, así como a sus cónyuges japoneses, sus hijos y nietos. (International Press)