Desde el otoño de 2020 hasta agosto de 2021, la soldado Rina Gonoi fue blanco de acoso sexual sistemático por parte de cinco soldados en una base militar de Fukushima donde estaba asignada.
Gonoi, de 23 años, renunció a las Fuerzas de Autodefensa de Japón, pero no a su intención de que se castigue a los atacantes y los denunció públicamente.
El jueves, el Ministerio de Defensa de Japón dio de baja con deshonor a los cinco, informó Mainichi Shimbun.
Además, suspendió por seis meses al comandante de la unidad a la que pertenecía Gonoi por no ayudarla después de que esta se quejó del acoso.
Cuando la joven renunció al Ejército, el comandante mintió al decirle a su superior que ella había dimitido por motivos familiares.
Cuando Gonoi hizo público su caso, se inició una investigación interna.
Los atacantes negaron al principio las acusaciones de la mujer. Después confesaron, pero excusándose. El acoso, dijeron, era parte de la “camaradería habitual” en el Ejército.
Durante una conferencia de prensa, el general Yoshihide Yoshida, jefe de personal de las Fuerzas de Autodefensa Terrestre de Japón, aseguró la aplicación continua de medidas para que lo que padeció Gonoi no se repita.
“Estableceremos una cultura organizacional que no tolere el acoso”, manifestó.
Gonoi, por su parte, reaccionó a la noticia del despido de sus agresores expresando su esperanza de que estos asuman su responsabilidad con sinceridad.
La denuncia de la mujer empujó a las autoridades japonesas a investigar otros casos de acoso en las Fuerzas Armadas japonesas. Hasta el mes pasado, habían recibido más de 1.400 denuncias. (International Press)
