Un comunicado conjunto de las fuerzas de seguridad peruanas dijo que «cualquier acto contrario al orden constitucional establecido, constituye una infracción a la Constitución y genera el no acatamiento por parte de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú».
Poco después de hacerse público este comunicado, la prensa local reportó que Castillo y su familia abandonaron el Palacio de Gobierno.