Hideji Suzuki estuvo encarcelado en China durante seis años por cargos de espionaje, que calificó de falsos durante una conferencia de prensa en Tokio esta semana.
El japonés dijo que el sistema legal chino “está lleno de problemas”, según Jiji Press.
“Debemos reconocer que es un país que da miedo”, añadió.
Suzuki tenía una relación cercana con el gigante asiático como jefe de una asociación de intercambio juvenil entre Japón y China.
Su pesadilla comenzó en julio de 2016, cuando a punto de salir de China, adonde había viajado por negocios, seis hombres lo metieron en un automóvil en un aeropuerto.
El japonés estuvo recluido en una habitación oscura durante siete meses antes de su arresto oficial, y fue juzgado y hallado culpable por espiar para las autoridades de inteligencia japonesas.
Durante los siete meses previos a su arresto oficial, solo le dejaron ver la luz del día 15 minutos, aseguró en declaraciones que recoge AP. Tampoco le permitieron hablar con un abogado o comunicarse con un representante de la embajada de Japón.
El juicio se llevó a cabo a puerta cerrada y solo duró una sesión, sin abogado y con un intérprete “incompetente”.
Suzuki era un activo promotor de la amistad entre los dos países y ha visitado China más de 200 veces.
Pese a la terrible experiencia vivida, dijo que no se ha vuelto anti-China y expresó su esperanza de que el país asiático se convierta en un líder global, pero con mejor trato a los derechos humanos. (International Press)
