Joe Biden y Xi Jinping celebraron su primera reunión cara a cara como presidentes de EE. UU. y China el lunes por la noche, una cumbre que duró más de tres horas realizada en Bali, Indonesia. Los líderes prometieron trabajar juntos en temas globales, pero se mantuvieron firmes en sus puntos de conversación sobre Taiwán.
«Me comprometo a mantener abiertas las líneas de comunicación», dijo Biden en Bali, «[no solo] entre usted y yo personalmente, sino también entre nuestros gobiernos en todos los ámbitos, porque nuestros dos países… tienen tanto que tenemos una oportunidad de tratar».
Al señalar que el mundo espera que los dos países trabajen juntos para abordar los desafíos globales como el cambio climático y la inseguridad alimentaria. «Estados Unidos está listo para hacer precisamente eso, trabajar con ustedes, si eso es lo que desean», dijo el presidente.
Xi, por su parte, sostuvo que se están desarrollando grandes cambios como nunca antes y que «el mundo ha llegado a una encrucijada». El estado de la relación entre China y Estados Unidos, en un momento tan crítico, «no está en los intereses fundamentales de las dos naciones y no es lo que espera la comunidad internacional», dijo.
«Como líderes de los dos principales países, debemos trazar el camino correcto para la relación entre China y Estados Unidos», dijo Xi.
La cumbre representa las primeras conversaciones entre Biden y Xi desde el viaje de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán, que llevó a China a realizar ejercicios militares a gran escala en la isla. El eje de la cumbre fue restaurar los canales de diálogo que se cortaron con la visita de Pelosi.
Pero para hacer esto, cada parte primero tenía que dejar en claro cuál era su posición sobre el tema delicado.
Una lectura de la Casa Blanca emitida después de la reunión dijo que Biden planteó objeciones a las acciones coercitivas y cada vez más agresivas de China hacia Taiwán, que socavan la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán y en la región en general, además de poner en peligro la prosperidad mundial.
Pero el presidente de EE. UU. también «expuso en detalle» que la «política de una sola China» de Estados Unidos, que reconoce la opinión china de que solo hay una China, no ha cambiado.
También se opuso a cualquier cambio unilateral al statu quo por cualquiera de las partes y dijo que «el mundo tiene interés en el mantenimiento de la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán».
Mientras tanto, Xi dijo que «la cuestión de Taiwán está en el centro mismo de los intereses fundamentales de China, la base de la base política de las relaciones entre China y Estados Unidos, y la primera línea roja que no debe cruzarse en las relaciones entre China y Estados Unidos», según informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
Más tarde el lunes por la noche, cuando los periodistas le preguntaron si pensaba que China tenía planes de tomar Taiwán por la fuerza, Biden dijo: «No creo que haya ningún intento inminente por parte de China de invadir Taiwán».
Con respecto a Corea del Norte, la lectura dijo que Biden expresó su preocupación por su comportamiento provocativo y dijo que todos los miembros de la comunidad internacional tienen interés en alentar a Pyongyang a actuar de manera responsable.
Sin embargo, Biden admitió luego en conferencia de prensa que no estaba seguro de la influencia de China sobre Corea del Norte. «Es difícil decir que estoy seguro de que China podría controlar a Corea del Norte», sostuvo.
“Estoy seguro de que China no está buscando que Corea del Norte participe en más medios de escalada”, matizó Biden.
Mucha gente estaba pendiente de si Xi repetiría su oposición a «la amenaza o el uso de armas nucleares», una frase que usó con el canciller alemán Olaf Scholz a principios de este mes. La lectura de la Casa Blanca dijo que Biden y Xi «reiteraron su acuerdo de que nunca se debe librar una guerra nuclear y nunca se puede ganar y subrayaron su oposición al uso o amenaza del uso de armas nucleares en Ucrania».
Pero la agencia oficial china Xinhua sobre la reunión no mencionó ninguna discusión sobre armas nucleares en las conversaciones.
El apretón de manos entre Biden y Xi revivió una relación que comenzó en 2011, cuando ambos eran vicepresidentes. Biden ha dicho repetidamente que tiene una historia con el líder chino y que está en una posición única para negociar con él.
Los dos mencionaron su larga relación en sus comentarios de apertura. Biden dijo que esperaba continuar con el «diálogo abierto y honesto que siempre hemos tenido».
Xi dijo: «En nuestra reunión de hoy, estoy listo para tener un intercambio sincero, como siempre lo hicimos, de puntos de vista francos y profundos con ustedes sobre temas de importancia estratégica en las relaciones entre China y Estados Unidos y sobre los principales problemas globales y regionales».
Los dos líderes entraron a la sala de reuniones alrededor de las 17:40 horas. Cuando terminaron, el reloj marcaba las 20:48 horas.
Biden dijo a los periodistas que uno de los objetivos de la reunión maratónica era reducir los malentendidos.
“Quiero ser claro y ser claro con todos los líderes, pero particularmente con Xi Jinping, que quiero decir lo que digo y digo lo que quiero decir. Así que no hay malentendidos”, dijo. Biden dijo que su mayor preocupación es un «malentendido sobre las intenciones o acciones de cada una de nuestras partes».
Biden dijo que Xi fue «tan directo como lo ha sido conmigo en el pasado».
“Creo que nos entendemos, que es lo más importante que se puede hacer”, enfatizó. Pese a todo, no se espera que haya una declaración conjunta de la reunión. (AG/NI/RI/)
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