En 2019, el presidente de Grandline, una empresa que vende clavos para máquinas de pachinko, y un “profesor”, organizaron un taller de cinco días en Tokio dirigido a sus clientes.
Sus clientes, trabajadores de la industria del pachinko, aprendieron cómo torcer los clavos para que los usuarios tuvieran menos posibilidades de ganar.
Esta semana, la policía de la prefectura de Miyagi acusó a los dos hombres ante la fiscalía por violación de la ley de negocios de entretenimiento, informó Asahi Shimbun.
Los arrestados admitieron su culpabilidad.
Uno de los asistentes al taller fue un empleado de un salón de pachinko en Miyagi.
Otros tres trabajadores del pachinko de Miyagi también han sido acusados por la policía.
Uno de ellos reconoció ante la policía que manipulaban las máquinas para aumentar sus ingresos.
Los empleados del pachinko utilizaban martillos para doblar los clavos de las máquinas con el fin de reducir las posibilidades de que sus clientes ganaran.
La trampa salió a la luz gracias a que un policía detectó irregularidades en una máquina durante una inspección.
El taller de 2019 en Tokio no fue una actividad aislada. Grandline organizaba talleres desde alrededor de 2011 en todo el país, a los que asistían hasta 2.000 personas. Los asistentes pertenecían a la industria del pachinko. (International Press)