A mediados de mes, un policía detuvo a un hombre de mediana edad que montaba un scooter eléctrico cerca de la estación de Shibuya en Tokio.
“¿Por qué me detienes? Todos los usan después de beber”, se quejó el hombre, indicando que es común que la gente, después de consumir alcohol, conduzca scooters.
El hombre no pasó la prueba de alcohol.
La popularización de este medio de transporte, fácil y barato, a través de servicios de alquiler o uso compartido en las zonas urbanas se ha traducido en un fuerte crecimiento de los casos de gente que lo usa en estado de ebriedad, advierte Kyodo.
En todo 2021, la policía en Tokio solo registró un caso. Entre enero y septiembre de este año, la cifra se disparó a 39.
El número real sería mucho mayor. Los casos detectados son solo la punta del iceberg, según la policía de Tokio.
El mes pasado, un hombre de 52 años murió en Tokio después de que su scooter de alquiler chocó con un bordillo de concreto en un estacionamiento y se golpeó la cabeza.
El fallecido no llevaba casco y al parecer había ingerido alcohol.
Tras el accidente, la compañía de alquiler de scooters anunció que colocará guardias de seguridad en algunas de sus estaciones para evitar que las personas ebrias los usen. (International Press)
