Preocupado por la posibilidad de que los productos japoneses sean prohibidos en los mercados extranjeros si sus fabricantes no toman las medidas suficientes para proteger los derechos humanos, el gobierno de Japón ha elaborado un proyecto con directrices para las empresas.
Se espera que el documento, con las pautas definitivas, se lance en septiembre, según Jiji Press.
El Ministerio de Industria pedirá a las compañías que se evalúen a sí mismas y a sus cadenas de suministro para determinar que no se están violando los derechos humanos de los trabajadores.
Si se detectan problemas, como el trabajo forzoso, se les exhortará a solucionarlos o mejorar las condiciones laborales.
Las compañías japonesas deberán confeccionar y publicar una política de promoción de los derechos humanos.
El Ministerio de Industria instará a los directivos de alto rango a participar en el proceso de elaboración en sus respectivas empresas.
El gobierno de Japón apunta a que las empresas japonesas mantengan su competitividad internacional, siguiendo el camino de EEUU o Europa en materia de promoción de los derechos humanos en el ámbito laboral. (International Press)