Las tensiones chinas con Taiwán se extendieron a Japón tras confirmarse que varios de los 11 misiles balísticos lanzados por el Ejército de Liberación Popular (ELP) en sus simulacros de guerra cayeron en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) japonesa.
Los ejercicios comenzaron ayer en seis áreas alrededor de Taiwán estableciéndose a solo 60 km de las islas okinawenses de Yonaguni y Hateruma. El gobierno japonés expresó a Pekín sus preocupaciones, más aún si se está usando munición real.
Sin embargo, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying, dijo su país y Japón «aún no han demarcado la línea en las áreas marítimas» y que por lo tanto «no aceptamos la visión japonesa sobre la ZEE».
La isla de Yonaguni se encuentra en las áreas norte y sur que han sido demarcadas para el ejercicio militar, a solo 60 km de distancia.
El Ministerio de Defensa de Taiwán confirmó que el ELP lanzó 11 misiles balísticos Dongfeng hacia supuestos objetivos en aguas alrededor del norte y sur de Taiwán en sucesivos disparos entre las 14.56 y 17.00 horas de ayer.
«Este es un acto irresponsable no solo para Taiwán sino también para la comunidad internacional. Instamos encarecidamente a China que ejerza la razón y la moderación», dijo por su parte la presidenta taiwanesa, Tai Ing-wen en un mensaje a la nación.
Con un alcance de más de 300 kilómetros, los Dongfeng de largo alcance pueden cubrir «fácilmente» objetivos en la isla de Taiwán desde bases en China continental, dijo Song Zhongping, un experto militar citado por el diario Global Times.
Los ataques con misiles de largo alcance podrían ser uno de los primeros movimientos en una posible operación de reunificación de Taiwán por la fuerza, pues se trata de «armas de bajo costo» que pueden lanzarse en grandes cantidades desde el continente a través del Estrecho de Taiwán para destruir la defensa aérea «hostil» como sistemas de radar, aeródromos, bases y centros de comando creando ventajas para las siguientes operaciones de los aviones y buques de guerra del EPL.
La Televisión Central China señaló que era la primera vez que misiles pasaban sobre Taiwán, mientras que 22 aviones de guerra enviados por Pekín cruzaron la línea de alto al fuego de facto en el Estrecho de Taiwán y entraron en espacio aéreo jurisdiccional taiwanés.
China ha comenzado a probar un nuevo avión cisterna, el Yu-20 que ayudará a aumentar en un 30% el alcance operativo de los cazas y bombarderos de China que tendrán la misión de interceptar a las fuerzas estadounidenses que se dirijan a socorrer a Taiwán.
Los expertos militares chinos también destacan el desplazamiento de buques destructores con misiles que pondrá en práctica el «bloqueo naval» de la isla.
En la llamada tercera Crisis del Estrecho de Taiwán en 1996, China también realizó ejercicios militares que rodearon la isla, aunque en cuatro áreas. Esta vez han aumentado las zonas de simulacro a seis centrándose en el este de Taiwán.
En Tokio se está desarrollando una mayor conciencia de que «una emergencia en Taiwán también lo es para Japón». La caída de cinco misiles en la ZEE ha reforzado esa preocupación, más aún con el dramático aumento del poder militar chino.
El Nikkei dijo que el presupuesto de defensa de China en 2022 será de 1.450,4 mil millones de yuanes, veinte veces más que en 1996. (AG/NI/)