Una mujer japonesa, exseguidora de la Iglesia de la Unificación, relató en una conferencia de prensa en Tokio su experiencia con la organización religiosa, hoy noticia en los medios japoneses por el asesino del ex primer ministro Shinzo Abe.
Su relación con la Iglesia de la Unificación comenzó cuando era una adolescente, estudiante de preparatoria, y su madre se unió a la organización, revela Mainichi Shimbun.
La japonesa dijo que su madre la forzó (así como a sus dos hermanas) a seguir las enseñanzas de la Iglesia.
La mujer creyó que aceptar las creencias de su madre la haría una mejor hija.
Su pesadilla comenzó en 1995. Tenía 21 años y se casó con un coreano, elegido por la Iglesia para ser su esposo y al que no conocía, en una ceremonia de matrimonios masivos.
El hombre era abusivo. La golpeaba y siguió haciéndolo incluso después de que tuvieron un hijo.
La mujer quería divorciarse, pero su madre -y otros miembros de la Iglesia de la Unificación- la culparon por no tener “suficiente fe en la religión” y le dijeron que “un divorcio haría feliz a Satanás”.
“El grupo enseña la doctrina de que no puedes ir al cielo a menos que estés casada. Mi madre estaba triste porque su hija no podría ir al cielo. Yo tenía sentimientos de culpa”, recordó la mujer.
La japonesa solo pudo divorciarse del hombre cuando este la golpeó delante de su madre.
Sin embargo, ahí no acabó su pesadilla.
La mujer se volvió a casar, también con un coreano y en una ceremonia masiva organizada por la Iglesia.
La pareja se mudó a Corea del Sur y la Iglesia le exigió una donación de 1,4 millones de yenes (10.100 dólares).
Una vez casada, la mujer se dio cuenta de que su esposo no era quien decía ser, pues había mentido sobre su ocupación y edad, entre otras cosas.
El hombre usó el dinero de ella y luego la obligó a declararse en quiebra, dijo la mujer, que pudo regresar a Japón en 2013.
La mujer enfatizó que la Iglesia de la Unificación “está llena de mentiras”, en alusión a la declaración de su líder, quien aseguró que las donaciones realizadas por sus seguidores son voluntarias.
La japonesa ofreció su testimonio ocultando su identidad detrás de una pantalla, por temor a ser víctima de ataques en línea.
La mujer recibe el apoyo de la Red Nacional de Abogados Contra las Ventas Espirituales, una organización que apoya a exseguidores de la organización que buscan un resarcimiento.
En 2021, la Red recibió 47 consultas de personas que habían perdido un total de 331,53 millones de yenes (2,39 millones de dólares) en donaciones realizadas a la Iglesia.
El grupo de abogados ha solicitado a los políticos que se abstengan de relacionarse con la Iglesia, que podría usarlos para ganar credibilidad.
Sobre eso, la mujer cuya madre la empujó a ser militante dijo que ver fotos del fundador de la Iglesia de la Unificación, un reverendo coreano, con líderes como el ex primer ministro japonés Nobusuke Kishi (abuelo de Abe) y el expresidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, le hicieron creer que el coreano era una “figura impresionante”. (International Press)
