En octubre de 2021, la policía de la prefectura de Kioto arrestó a Masayuki Nakamoto, un hombre de 44 años, por vender copias pirateadas de videos para adultos en línea.
El delito de Nakamoto, sin embargo, no se limitaba a la violación de los derechos de autor.
El japonés alteraba los videos para que aparecieran sin censura (la ley en Japón obliga a ocultar los genitales de los actores y actrices).
La semana pasada, Nakamoto fue condenado por un tribunal de Kioto a dos años de prisión y una multa de dos millones de yenes (14.700 dólares).
El hombre, sin embargo, se ha salvado de cumplir prisión efectiva (pena suspendida por tres años).
Nakamoto usó un programa de inteligencia artificial para crear imágenes simuladas y realistas de los genitales de los actores de los videos, y luego colocarlas sobre los mosaicos para evadir la censura.
Se estima en once millones de yenes (81 mil dólares) los ingresos obtenidos por el japonés en la venta de los videos.
La dureza de la condena, según el tribunal, se debe a que Nakamoto cometió el acto delictivo de manera constante durante alrededor de diez meses.
Sin embargo, el remordimiento por sus acciones exteriorizado por el japonés motivó al tribunal a suspender la pena. (International Press)
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