El Ministerio Público de Nagoya no acusará a ninguno de los 13 funcionarios a quienes les relacionó con la muerte en marzo de 2021 de Wishma Sandamari, la mujer de Sri Lanka que se encontraba recluida en el centro de Inmigración de la ciudad.
El abogado defensor de la familia Wishma, quien presentó la denuncia por asesinato contra los agentes, informó a Yomiuri que la fiscalía le dijo que las sospechas de la acusación eran infundadas porque no se pudo identificar la causa de la muerte de la inmigrante.
En noviembre de 2021 la familia denunció por asesinato alegando que la Oficina de Inmigración había desatendido la responsabilidad de dar tratamiento médico adecuado a la mujer.
En junio del año pasado, un ciudadano japonés también acusó a la Inmigración de Nagoya por sospecha de homicidio involuntario del funcionario a cargo del cuidado de los internos del centro de detención. (PJ/RI/)
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