El 8 de junio se realizará el primer procedimiento oral del juicio que la familia de una mujer esrilanquesa de 33 años que murió en un centro de inmigración en Nagoya ha entablado contra el gobierno de Japón.
El caso se ventilará en el Tribunal de Distrito de Nagoya y las dos hermanas de Ratnayake Liyanage Wishma Sandamali exigen una compensación por daños y perjuicios de 156 millones de yenes (1,22 millones de dólares).
El gobierno de Japón, según fuentes de Kyodo, luchará contra las hermanas de Wishma, que presentaron la demanda en marzo, un año después de su muerte.
Las demandantes sostienen que Wishma, de 33 años, murió por falta de una correcta atención médica.
Pese a que su hermana tenía problemas de salud, las autoridades japonesas se negaron a otorgarle la libertad provisional (para que recibiera una buena atención médica) con el fin de presionarla para que regresara a Sri Lanka, según las demandantes.
A Wishma no se le concedió la libertad y poco después murió en el centro de inmigración de Nagoya.
La mujer informó a los funcionarios del centro de que se sentía mal en enero de 2021, dos meses antes de morir. Wishma tenía vómitos y dolores de estómago, entre otros problemas.
La mujer llegó a Japón en 2017 con visa de estudiante para estudiar japonés. Sin embargo, se quedó más allá del límite establecido por su visado.
En agosto de 2020, la policía detuvo a Wishma después de que esta buscó protección policial por abuso doméstico. La mujer fue encerrada por permanecer en el país sin la documentación en regla.
La Agencia de Servicios de Inmigración de Japón investigó el caso y admitió que no hubo un manejo adecuado por parte de los trabajadores de inmigración de Nagoya de la situación de Wishma. No obstante, señaló que no se podía especificar la causa de la muerte de la mujer. (International Press)
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