Un hombre en Japón quiere comprar un coche nuevo. La escasez de semiconductores y los recortes en la producción de automóviles debido a la pandemia de coronavirus, sin embargo, retrasan la entrega de vehículos nuevos.
Urgido por la necesidad de un automóvil para ir el trabajo, comienza a fijarse en los coches usados, pero sus precios se han disparado ante el incremento de la demanda por la falta de coches nuevos.
Los precios son tan altos que el hombre desiste de comprar un vehículo de segunda mano.
¿Qué hace entonces? Usar un servicio de suscripción de coches usados.
Por 11 mil yenes (87,6 dólares) mensuales (incluyendo impuestos), el hombre usa un minivehículo de segunda mano.
Su caso es el de muchas personas que están afiliándose a los servicios que ponen a disponibilidad de los usuarios vehículos usados por un monto fijo al mes, revela la NHK.
Este tipo de servicios se están popularizando en Japón.
Pagar sus tarifas sale por lo general más barato que tener un automóvil propio y asegurarlo.
Estos servicios son particularmente populares en las zonas rurales, donde hay menos transporte público y desplazarse en coche particular es básico. (International Press)