Las extranjeras que trabajan como aprendices en Japón tienen derecho a licencias de maternidad y cuidado de niños, igual que las japonesas.
Sin embargo, es raro que ello ocurra.
Entre noviembre de 2017 y diciembre de 2020, de 637 aprendices extranjeras que tuvieron que dejar de trabajar por embarazo y parto solo 11 pudieron regresar al trabajo.
Uno de los inusuales casos de aprendices extranjeras que han conseguido que sus empleadores les otorguen permisos de maternidad es una mujer de Sri Lanka de 29 años que trabaja en una compañía que opera una cadena de restaurantes, en la prefectura de Saitama, revela Kyodo.
La mujer se enteró de que estaba embarazada en julio del año pasado e informó de su condición a su sindicato, que negoció con la empresa.
La mujer está con licencia desde enero y en marzo dio a luz.
Si bien la esrilanquesa podrá continuar trabajando en la empresa, su hijo podría ser enviado a Sri Lanka pronto (su esposo es del mismo país y también vive en Japón).
En principio, los hijos de los aprendices extranjeros solo pueden permanecer en Japón seis meses, según la Agencia de Servicios de Inmigración.
La joven extranjera solicitará a la agencia que su bebé pueda quedarse más tiempo en Japón.
El sindicato hace notar que incluso si una aprendiz extranjera puede obtener un permiso de maternidad, le resulta difícil vivir con su hijo debido a las restricciones que establece el programa de pasantías.
A través del programa, patrocinado por el gobierno de Japón, miles de extranjeros trabajan en el país como aprendices durante un determinado periodo. (International Press)
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