En mayo de 2018, un sacerdote manoseó a una mujer en una iglesia católica en la prefectura de Nagasaki. Como consecuencia del abuso, ella desarrolló trastorno de estrés postraumático y reportó el caso.
La Iglesia admitió la agresión y llegó a un acuerdo con la víctima en 2019, revela Mainichi Shimbun.
El caso parecía cerrado, pero durante una reunión realizada en 2020, el arzobispo de Nagasaki, Mitsukaki Takami, dijo que referirse a la mujer como una víctima causaría el “malentendido de que hubo un daño”, motivo por el cual sería mejor aludir a ella como “la persona que cree que sufrió un daño”.
La mujer supo del comentario del arzobispo a través del acta de la reunión y su estado de salud empeoró. Comenzó a tener trastornos del sueño.
Así las cosas, decidió demandar a la Arquidiócesis de Nagasaki y esta semana el Tribunal de Distrito de Nagasaki le ordenó pagar una reparación de 1,1 millones de yenes (9.560 dólares) a la mujer.
El tribunal subrayó que las declaraciones del arzobispo causaron un gran sufrimiento psicológico a la demandante.
La mujer expresó su alivio por el fallo del tribunal. Asimismo, declaró: “Espero sinceramente que los actos y el lenguaje degenerados, así como la cultura de encubrimiento de la Iglesia sean reformados”.
Un representante de la iglesia dijo que evaluarán cuidadosamente el veredicto antes de emitir una respuesta. (International Press)
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