En el Centro de Inmigración de Omura, en la prefectura de Nagasaki, un nepalés de 39 años está postrado en cama. El hombre necesita una cirugía y su abogado ha hecho público su caso para que su cliente reciba una atención médica adecuada.
El abogado exige a las autoridades de inmigración que permitan que el hombre sea operado lo antes posible, pues su vida corre peligro, informa Mainichi Shimbun.
El calvario del nepalés detenido en Nagasaki comenzó en abril de 2019, mientras jugaba fútbol en el centro de inmigración. El hombre sufrió una lesión en la cadera, pero no recibió atención médica.
Varios meses después, en agosto de ese año, se le diagnosticó necrosis en el fémur en un hospital. Sin embargo, solo le recetaron medicamentos para calmar el dolor. Su situación empeoró y a fines del 2021 fue llevado a una institución médica en una ambulancia por un fuerte dolor de espalda.
El hombre no puede ni sentarse en una silla de ruedas y debe permanecer acostado.
Su abogado acusa a las autoridades de inmigración de permitir que su salud empeorara, lo que constituye, a su juicio, una violación de sus derechos humanos.
El extranjero busca, además, una reparación por parte del gobierno de Japón por los problemas de salud que sufre por falta de una atención médica apropiada. (International Press)