Hasta 5.000 toneladas de leche fresca podrían desperdiciarse este invierno en Japón por la falta de demanda, según un estimado del gobierno japonés.
Durante una conferencia de prensa, el primer ministro de Japón Fumio Kishida solicitó a la población que coopere tomando una taza de leche más de la que normalmente bebe y que utilice productos lácteos al cocinar, según la agencia Bloomberg.
Kishida no está solo en su esfuerzo para evitar que se boten miles de toneladas de leche.
La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, bebió leche ante los medios para animar a la gente a consumirla.
La compañía de productos lácteos Meiji ha contratado a la tres veces campeona olímpica de lucha libre Saori Yoshida para promover el consumo de leche.
Por su parte, la cadena de tiendas de conveniencia Lawson ofrecerá un descuento del 50 % en tazas de leche caliente el 31 de diciembre y el 1 de enero.
La demanda de productos lácteos en Japón baja por lo general en esta época del año, por las vacaciones en las escuelas (donde los niños reciben cajas de leche) y debido a que los grandes minoristas cierran para año nuevo.
A ello hay que sumarle que la pandemia de coronavirus ha debilitado la demanda por parte de la industria hotelera. (International Press)
