El año pasado, una mujer que reside en Tokio obtuvo una victoria parcial contra la NHK.
Un tribunal determinó que la mujer no tenía que pagarle a la emisora pública japonesa la tarifa que por ley toda persona con TV (o con un dispositivo con función de TV) en Japón tiene que desembolsar.
La residente alegó que no estaba obligada a pagar debido a que tenía un televisor que venía con un bloqueador de señal que no sabía cómo desinstalar y que le impedía ver la NHK.
¿Cómo pagar, entonces, por algo que no puedes ver?
La compañía japonesa, sin embargo, no se quedó de brazos cruzados y apeló con éxito.
El fallo fue revocado por otro tribunal que sostuvo que si un televisor puede ser modificado para recibir una señal -con un amplificador de señal, por ejemplo-, entonces su propietario debe pagar la tarifa, que puede alcanzar hasta los 24.800 yenes (218 dólares) anuales.
La mujer apeló la decisión, pero este mes el Tribunal Supremo de Japón ratificó la sentencia, con lo cual la mujer de Tokio tendrá que saldar su deuda con la emisora japonesa, revela el portal SoraNews24.
Si bien las tarifas no son elevadas, en Japón existe una fuerte oposición por parte de personas que rechazan la obligatoriedad de su pago, así como la agresividad de ciertos cobradores de la NHK que tocan puerta tras puerta en busca de usuarios renuentes para forzarlos a pagar. (International Press)
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