Entre fines de agosto y principios de septiembre, Junichi Wakabayashi, miembro de la Asamblea Municipal de la ciudad de Usuki, prefectura de Oita, distribuyó volantes alrededor de escuelas de secundaria y estaciones de tren. Los destinatarios: niños y adolescentes.
«¿Es realmente necesario?». «¿Hay algún fundamento en vacunar (contra el coronavirus) a los menores?». «Se desconoce la efectividad en la prevención de infecciones». Estas frases estaban incluidas en los volantes.
El hombre de 61 años recibió una severa advertencia por sus acciones, según Mainichi Shimbun. Para remate, el asambleísta no llevaba mascarillas mientras repartía los papeles.
El municipio y la asamblea se enteraron por quejas de ciudadanos. “Los chicos tienen miedo», decían.
Entrevistado por los medios, Wakabayashi se mantuvo en su postura. «Incluso si los niños se contagian, no se enferman de gravedad”, dijo. Además, aseguró que se ignora “la seguridad de las vacunas a largo plazo”.
“Depende de los padres decidir si sus hijos se vacunan o no», matizó, “pero quería transmitir la información necesaria».
Los volantes fueron elaborados por un grupo que recolecta firmas para que no se vacune a los chicos. (International Press)
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