Aproximadamente 11.600 policías de todo Japón fueron enviados a Tokio para reforzar la seguridad de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.
Entre ellos, alrededor de 40 miembros de una unidad especial de la policía de la prefectura de Yamanashi.
Los policías que debían encargarse de mantener el orden público, sin embargo, hicieron exactamente lo contrario, informa Asahi Shimbun.
En primer lugar, varios policías violaron el reglamento interno que les impedía beber alcohol en los lugares donde estaban alojados en Tokio.
Estos agentes, además de llevar alcohol a su alojamiento, salieron por la noche.
En la madrugada del 29 de agosto, algunos policías de Yamanashi se enzarzaron en una disputa con ciudadanos cerca de la estación de Kinshicho. Ninguno de estos resultó herido, pero un testigo del incidente lo reportó ante la policía de Tokio.
Asimismo, hubo policías que visitaron un prostíbulo.
Todos los policías de la prefectura asignados a los Juegos Paralímpicos recibieron la orden de retornar a Yamanashi.
La policía de Yamanashi está investigando los hechos. Sin embargo, no ha comentado públicamente el caso, motivo por el cual no se conoce si los malos policías serán sancionados. (International Press)
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