Durante casi medio año, una japonesa de 56 años y sus dos hijos cobraron de manera irregular la pensión mensual del fallecido esposo de la mujer.
Masahiro Tamura, de 84 años, murió en su casa en la ciudad de Okazaki, prefectura de Aichi, en enero pasado.
La viuda y sus hijos, una mujer de 32 años y un hombre de 29, no reportaron la muerte de Tamura, informó Japan Today.
¿Qué hicieron? Dejar el cuerpo en una habitación.
Los tres fueron arrestados por la policía, que fue alertada por otro pariente de Tamura, preocupado por sus estériles esfuerzos de ponerse en contacto con él durante largo tiempo.
La policía fue a la casa de Tamura el pasado fin de semana y halló su cuerpo en descomposición envuelto en un futón.
El octogenario murió por causas naturales, según la viuda.
La mujer admitió que no informaron de la muerte porque necesitaban el dinero de la pensión. (International Press)
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