El municipio del pueblo de Ine, en la prefectura de Kioto, tuvo que cerrar su centro de llamadas para consultas después de recibir un alud de quejas y amenazas por su programa de vacunación contra el coronavirus de menores de 12 a 15 años.
Los funcionarios locales avisaron a la policía para reportar las amenazas, reveló Kyodo.
Los detractores dijeron que las vacunas podrían entrañar riesgos para los adolescentes e, incluso, volver infértiles a las chicas.
Algunas personas llegaron al extremo de acusar a las autoridades locales de «cometer asesinato» y amenazaron de muerte a los funcionarios.
Las críticas no terminaron con el cierre del centro de consultas, pues tras su clausura hubo más de 100 llamadas de protesta al municipio. Todas fueron realizadas desde fuera del pueblo. (International Press)
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