La tenista japonesa Naomi Osaka ha confesado que sufre de depresión desde hace mucho tiempo y su caso ha puesto sobre la mesa un problema que afecta a tenistas jóvenes que ascienden rápidamente al estrellato y se agotan al poco tiempo.
El detonante en la salud mental de Naomi han sido las conferencias de prensa a las que no quiere asistir porque las considera estresantes.
“Es increíblemente valiente que Naomi Osaka haya revelado su verdad sobre su lucha contra la depresión”, escribió en Twitter, Billie Jean King, cofundadora de la Asociación de Tenis Femenino (WTA por siglas en inglés) que en ocasiones ha dado consejos a la japonesa. “Lo más importante ahora es que le demos el espacio y el tiempo que necesita”, añadió.
Por su parte, Osaka tuiteó: “Voy a tomarme un tiempo fuera de las canchas, pero cuando sea el momento adecuado, realmente quiero trabajar con la Tour para discutir en qué podemos mejorar las cosas para los jugadores, la prensa y los fanáticos”.
Aquellas personas como King simpatizan con Osaka, han expresado también su comprensión, pero poniendo énfasis en que las conferencias de prensa son un elemento importante para los torneos.
El diario Nikkei dijo que el estilo honesto e ingenioso de Osaka en las conferencias de prensa le han dado popularidad, pero ha advertido que éstas pueden convertirse en un escenario donde los jugadores vivirán situaciones difíciles por el tipo de preguntas que recibirán.
Un ejemplo es la jugadora biolorrusa Victoria Azarenka, a quien Osaka venció en el partido final de la US Open del año pasado. Ella se enfrentó a preguntas de los periodistas sobre la situación política en su país, asunto lejano, desde la perspectiva por donde se mire, de los detalles de un partido de tenis o sobre su condición deportiva.
Desde que Osaka comentó sobre el movimiento Black Lives Matter ha recibido cada vez más preguntas relacionadas al racismo y la igualdad de género exponiéndose a recibir muchas críticas si sus respuestas no coinciden con la opinión de algunas personas. Aunque normalmente sus respuestas han sido atinadas, parece que la japonesa ha estado sufriendo un gran estrés entre bastidores.
LA SOLEDAD DE LOS TENISTAS
Tras la confesión de Osaka sobre su salud mental y su negativa a dar las conferencias de prensa, los organizadores de los torneos de Grand Slam emitieron un comunicado diciendo: “La salud mental de los jugadores que compiten nuestros torneos y las tours es de suma importancia para los Grand Slam” y agregó que estaba realizando un esfuerzo significativo para darles su respaldo.
Los problemas de salud mental ya son muy considerados en el tenis. Los jugadores viajan por todo el mundo durante 10 meses al año y, como es un deporte individual, no pueden hablar con nadie durante los partidos, y deberán soportar el impacto de que la derrota recaerá siempre sobre ella misma.
Cuando una superestrella del tenis llega a una ciudad atraen la atención de la prensa y en cada sitio les harán preguntas similares una y otra vez, hasta el hartazgo. Los menos conocidos, con apenas auspiciadores enfrentarán la exigencia del pago del costo de sus desplazamientos. Es decir, contrario a la imagen deslumbrante que proyectan, el mundo del tenis es severo y solitario.
Hay jugadores que pueden llevar como entrenadores en sus giras a sus propios padres, muchos de ellos exjugadores de tenis, quienes se convertirán en una ayuda afectiva, muchas veces mejor el hecho a tener a un técnico de profesión. Otros encuentran a apoyo mental al llevar a sus parejas o cónyuges de gira.
“Siento que me gustaría darle un abrazo porque sé lo que es”, declaró Serena Williams, ganadora múltiple del Gran Slam, al enterarse de la retirada de Naomi Osaka del Abierto de Francia. “Todos tenemos diferentes personalidades, todos somos distintos”, declaró.
“Creo que Osaka está manejando las cosas lo mejor que puede”, sentenció Williams. (RI/Agencia)
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