La gran mayoría de japoneses está a favor de que los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio, cuya apertura está prevista para el 23 de julio, se aplacen o cancelen en medio de la propagación del coronavirus.
Diversas organizaciones médicas también se oponen, así como líderes políticos, entre ellos el jefe del Partido Comunista Japonés, Kazuo Shii, quien rechazó la posición de directivos del Comité Olímpico Internacional (COI), que aseguraron que los Juegos se realizarán incluso si el primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, se opone.
En declaraciones recogidas por Mainichi Shimbun, Shii dijo que los aludidos directivos tratan a Japón como si fuera “una colonia del imperio del COI».
El vicepresidente del COI, John Coates, enfatizó que la competición deportiva se llevará a cabo incluso si Japón se encontrara bajo estado de emergencia. Actualmente, Tokio está en dicha situación, y se mantendrá así al menos hasta el 20 de junio.
Otro miembro del COI, Dick Pound, declaró a un medio japonés que aun si Suga quisiera que se cancelaran los Juegos, su deseo no sería más que “una opinión personal”, y que la competición deportiva seguiría adelante.
“Están fuera de lugar, no podemos pasarlos por alto”, dijo Shii en referencia a los comentarios de los directivos del COI, que indican -afirmó- que los Juegos son más importantes que la vida de los japoneses y que podrían interpretarse como una violación de la soberanía de Japón.
«¿Quiénes diablos se creen que son? ¿Qué les da la autoridad para decir eso?”, se preguntó. (International Press)
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