El Urawa Reds, club de primera división del fútbol japonés, tendrá que pagar 3 millones de yenes (unos US$28.000) por «acciones prohibidas» de sus hinchas en el partido jugado el pasado 31 de octubre contra Oita Trinita jugado en la ciudad de Oita.
Según J League, unos 40 hinchas del equipo rojo de Saitama se pusieron de pie mientras vitoreaban, alzaban la voz y silbaban durante el partido violando las medidas de seguridad adoptadas para evitar la expansión del coronavirus.
Además, algunos hinchas dejaron sus asientos y subieron sobre la baranda.
Los hinchas del Urawa ya habían hecho lo mismo en un partido anterior por lo que la J League decidió sancionar económicamente al club que es responsable por el comportamiento de sus aficionados durante los encuentros.
Yoichi Tachibana, presidente del club, pidió disculpas y dijo que se tomarán medidas estrictas con los seguidores que tengan mal comportamiento.
No es la primera vez que Urawa Reds debe pagar por los platos rotos de su hinchada. En 2010 el club fue multado con 5 millones de yenes (US$47.000 al cambio actual) por expresiones racistas contra los jugadores extranjeros del Vegalta Sendai.
El 23 de marzo de 2014 el equipo fue obligado a jugar a estadio cerrado de local contra el Shimuzu Spulse luego de haber mostrado en la grada una banderola discriminatoria que decía «Only Japanese» o «solo japoneses».
Hasta 2013, la barra de Urawa Reds era considerada entre las 10 más importantes del mundo, «la que a cualquier equipo le gustaría tener», como el Boca Junior de Argentina, Corinthians de Brasil y Borusia Dourmond de Alemania. (International Press)
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