Alrededor de las 13.28 horas de ayer lunes, un sismo moderado de 4 grados de intensidad remeció la prefectura de Wakayama. Según la Agencia Meteorológica de Japón, el epicentro se encontró en la parte norte de la región, a una profundidad de 10 km y con 4,1 de magnitud. No hubo alerta de tsunami.
El sismo se produjo cuando se realizaba la Asamblea General del Municipio de la ciudad de Wakayama. El movimiento provocó la caída de piezas de la iluminación de la sala consistorial que obligó a los representantes buscar protección. No hubo heridos.
El pleno de la asamblea municipal era transmitida en directo por el canal local. El alcalde Masahiro Obana estaba explicando el contenido de sus planes para el próximo año fiscal y pudo vérsele evacuar el lugar mientras las lámparas se desprendían del techo y caían sobre el podio.
Al mismo tiempo, se informó que en el santuario de Sasutahiko, en la localidad de Kataoka-cho, una linterna de piedra que data de 1816, de unos 2 metros de altura y cientos de kilogramos de peso, colapsó por la sacudida. La linterna había soportado hasta ahora infinidad de sismos, incluso más potentes que el de ayer.
La actividad sísmica en Wakayama ha sido frecuente desde el 13 de marzo de 2019 cuando se produjo un sismo de regular intensidad. Tras el evento de ayer, la Agencia Meteorológica reportó más de 10 réplicas leves de 1 y 2 grados de intensidad. Estos pequeños temblores podrían continuar por un tiempo más, dijo. (International Press)
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