Hay gente que debido a la hipersensibilidad u otras afecciones tiene dificultades para usar mascarillas.
Si para cualquier persona el empleo de estas prendas, indispensables en un mundo azotado por el coronavirus, puede resultar incómodo, con mayor razón para quienes tienen problemas en la piel.
Estas personas tienen que lidiar no solo con el virus, sino también con el rechazo o la presión de la sociedad.
Es el caso de una mujer de 40 años que reside en el barrio de Shinjuku, Tokio.
En declaraciones a Jiji Press, revela que debido a que su piel reacciona de manera adversa a las mascarillas quirúrgicas, usaba las hechas de uretano.
Sin embargo, desde el mes pasado enfrenta la presión social de colocarse las mascarillas quirúrgicas debido a las afirmaciones de que las de uretano no son suficientes para prevenir el contagio.
Las mascarillas quirúrgicas le están causando problemas en la piel, agravados por el estrés que acarrea la presión social de usarlas.
«Si no uso una mascarilla, ¿eso me hace antipatriota?», se pregunta la entrevistada, que confiesa su miedo a los “policías de mascarillas”.
La mujer espera que el público sepa que hay personas como ella que tienen dificultades para ponerse mascarillas. (International Press)
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