El Ministerio de Salud de Japón busca implantar castigos a las personas infectadas de coronavirus que mientan o se nieguen a proporcionar información sobre sus últimos movimientos.
Los infractores podrían recibir multas de hasta 500 mil yenes (alrededor de 4.800 dólares), según Mainichi Shimbun.
La investigación de las rutas de transmisión del virus es clave en los esfuerzos por contener su propagación.
En Japón ha habido personas infectadas que se han negado a ser entrevistadas sobre sus últimos desplazamientos. Su silencio dificulta la lucha contra el coronavirus.
Debido a ello, la Asociación Nacional de Gobernadores solicitó la adopción de medidas para asegurar que las investigaciones sean eficaces y permitan identificar las rutas de infección.
La disposición formará parte de una modificación de la ley de enfermedades infecciosas que se presentará en una sesión ordinaria de la Dieta en enero.
Con más de 300 mil casos de coronavirus, Japón atraviesa actualmente por una tercera ola, la más grave en el país asiático desde el inicio de la pandemia. (International Press)
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