El gobierno del primer ministro, Yoshihide Suga, está listo para declarar el estado de emergencia este jueves 7 de enero para contener el aumento de casos de coronavirus en el área metropolitana de Tokio y en las prefecturas de Kanagawa, Saitama y Chiba. Se estima que la emergencia durará aproximadamente un mes.
Esta será segunda declaración de emergencia en Japón desde el inicio de la pandemia. La primera comenzó el 7 de abril del año pasado y duró hasta finales de mayo.
Suga recibió el fin de semana las solicitudes para un nuevo estado de emergencia de los gobernadores de Tokio y alrededores, aunque éstos decidieron no esperar el pronunciamiento del Primer Ministro y anoche anunciaron el pedido para el adelanto de cierre de restaurantes, bares y afines a las 20.00 hrs desde este viernes 8 de enero. También hicieron un llamado a la población para abstenerse de salir de sus casas, salvo para lo estrictamente necesario, a partir de esa hora.
Las escuelas permanecerán abiertas, aunque se ha solicitado la suspensión de actividades de los clubes escolares como el coro.
Entre tanto, el diario Nikkei informó que el comité asesor sobre coronavirus del gobierno central se reunirá en breve para discutir planes la nueva declaración de emergencia y las condiciones para su eventual levantamiento.
El otro tema pendiente es la revisión de la ley sobre enfermedades infecciosas que permita al gobierno imponer multas a los negocios que incumplan con las solicitudes de cierre adelantado del horario de funcionamiento, pero que también le permita crear un fondo para compensar económicamente a los comerciantes.
Por su parte, las empresas de las grandes ciudades están tomando sus propias iniciativas para reducir el flujo de trabajadores en las calles. Según Docomo Insight Marketing, la mañana de ayer lunes hubo una disminución de aproximadamente el 50% de personas en las principales estaciones de tren de Tokio en comparación con el primer día hábil de enero de 2020.
Las empresas han otorgado a sus empleados vacaciones de Año Nuevo más largas de lo habitual, en muchos casos hasta este viernes, y han comenzado a activar sus operaciones de oficina vía online.
Las complicaciones se presentan en las fábricas pequeñas donde las medidas de distanciamiento social e ingreso escalonado al trabajo no se pueden cumplir rigurosamente por el aumento de pedidos de autopartes de las fabricantes de automóviles y de equipos médicos. (Resumen International Press)
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