Taisuke Kawasaki era gerente de una sucursal de Japan Post en la ciudad de Sakai, prefectura de Osaka, cuando decidió que podía sacarle provecho a las estampillas para llenarse los bolsillos. Era 2017.
¿Cómo lo hizo? Cuando las empresas enviaban una gran cantidad de correo a la vez, en lugar de colocarse un sello en cada uno, las estampillas simplemente se compraban y luego se desechaban, explica el portal SoraNews24.
Kawasaki no botaba los sellos de correo; los guardaba y después los revendía en tiendas especializadas en reventa de artículos como boletos de transporte público o certificados de regalo.
Hasta mediados de 2018, el hombre acumuló alrededor de 130.000 estampillas de 1.000 yenes (9,6 dólares) cada una por un monto total de 130 millones de yenes (1,2 millones de dólares).
Kawasaki revendió los 130.000 sellos en alrededor de 120 millones (1,1 millones de dólares), dinero que fue íntegramente a parar a sus bolsillos. (Las tiendas pagan un poco menos por los productos de reventa).
La Agencia Nacional de Impuestos de Japón descubrió el fraude durante una auditoría realizada este año en la filial que dirigía Kawasaki.
El hombre fue despedido y enfrenta cargos penales.
Japan Post ha ofrecido disculpas públicas por el incidente y se ha comprometido a tomar medidas para que no se repita. (International Press)
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