El repunte del coronavirus en Japón ha empujado a la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, a solicitar nuevamente a los restaurantes que cierren más temprano (a las 10 de la noche) para contener la transmisión del virus.
La medida, cuyo cumplimiento no es obligatorio, es cuestionada por Yoko Matsunaga, propietaria de un restaurante en el distrito de Shimbashi.
«¿Por qué siempre los restaurantes están sujetos a estas restricciones?», se pregunta en declaraciones a Mainichi Shimbun, considerando que su negocio toma cuidadosas medidas de prevención. Durante la entrevista, su personal está desinfectando mesas y protectores de acrílico.
Matsunaga expresa sus dudas con respecto a la eficacia de la medida. Ella se pregunta si las autoridades la toman porque realmente funciona o solo por una cuestión de imagen ante el público.
Sin embargo, la propietaria del restaurante acatará la solicitud porque, de no hacerlo, serán mal vistos por la gente.
La petición de las autoridades de Tokio se extiende a los locales de entretenimiento nocturno.
El dueño de un bar tokiota dice que la afluencia de clientes ha caído a un tercio del nivel que existía antes de la irrupción del virus. Sus clientes regulares, explica, son gente de oficina que ahora está trabajando de manera remota.
“No creo que Shimbashi vuelva a ser como antes», indica.
El propietario del bar dice que estará “feliz” de cumplir con la solicitud de cerrar más temprano si reciben 20 mil yenes (192 dólares) diarios en apoyo por parte de las autoridades.
En la zona roja de Kabukicho, el mánager de un club nocturno dice que aún no han decidido si acoger la solicitud del gobierno de Tokio. Incluso si aceptan el apoyo fiannciero de 400.000 yenes (3.840 dólares) de las autoridades locales, los ingresos inevitablemente caerán si reducen sus horas de trabajo. Las anfitrionas, explica, ganan mucho dinero por comisiones. (International Press)
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