En la noche del 13 de septiembre, una joven de 18 años caminaba por una calle en la ciudad de Fukuoka hacia su casa después de acabar su turno en un arubaito (trabajo a tiempo parcial), cuando un extraño la abordó.
El hombre le dijo que vivía en la prefectura de Kumamoto y que había llegado a Fukuoka en un shinkansen (tren bala). Salió del tren -prosiguió el sujeto- olvidando su bolso y su maleta. Además, le robaron dinero de su billetera.
El extraño le pidió a la chica que le prestara 51.000 yenes (488 dólares) para comer esa noche, costearse una habitación de hotel y un boleto para retornar a Kumamoto al día siguiente.
La joven se apiadó del desventurado hombre, fue a un cajero automático, retiró el monto solicitado y se lo entregó
El hombre apuntó su nombre y número de teléfono en una hoja de papel y se la dio. Cuando la chica llamó días después, le contestó una persona que no tenía ninguna relación con el extraño.
La joven denunció el incidente ante la policía. Este caso, sin embargo, está lejos de ser único, según el portal SoraNews24.
A fines de junio, un hombre se acercó a un estudiante de 18 años en una terminal de autobuses en Fukuoka. El extraño le dijo que vivía en la prefectura de Oita, que estaba varado en Fukuoka y que necesitaba dinero para comprarse un boleto de regreso a su tierra. El chico le dio 5.000 yenes (47 dólares).
Como ya se imaginará el lector, el hombre no le devolvió el dinero. Lo increíble del caso es que en septiembre, el mismo sujeto se acercó al mismo estudiante para contarle la misma historia y pedirle dinero. El estafador no recordaba que el chico había sido una de sus víctimas.
Desde mediados de año, la policía de Fukuoka ha recibido docenas de denuncias sobre esta modalidad de estafa: supuestos viajeros varados que necesitan dinero para retornar a casa.
Muchas de las víctimas son gente muy joven, adolescentes o veinteañeros. ¿Por qué? De acuerdo con la policía, los jóvenes tienden a ser más confiados. Por otro lado, los habitantes de grandes ciudades como Fukuoka suelen sentir simpatía por personas del campo.
Volviendo al caso de los dos chicos de 18 años estafados, los ladrones fueron identificados y arrestados. (International Press)
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