En 2016, una mujer comenzó a recibir tratamiento en el Hospital Internacional St. Luke en Tokio después de que le diagnosticaron una enfermedad incurable que causa debilidad muscular.
En 2017, se reunió a solas con un capellán dos veces en una habitación privada del hospital para recibir apoyo espiritual.
El lunes pasado, la mujer presentó una demanda contra el capellán y el hospital por conducta sexual indebida y exige una compensación de 11,6 millones de yenes (110 mil dólares) por el dolor y sufrimiento causados.
La demanda ha sido interpuesta en el Tribunal de Distrito de Tokio, según Asahi Shiimbun.
En una conferencia de prensa, la mujer dijo que quiere sacar a la luz su experiencia durante el juicio.
De acuerdo con la paciente, durante las reuniones el capellán le tocó la parte superior del cuerpo y le pidió a ella que sintiera la parte inferior del cuerpo de él.
La mujer, acompañada por un abogado, informó del incidente al hospital, pero este dijo que no tenía servicios para ese tipo de casos.
En 2018, el caso fue elevado a la fiscalía, pero esta decidió no acusar al capellán.
El abogado de la mujer sostiene que el religioso se aprovechó de su posición de “hombre santo», de la confianza de la paciente, e “hirió profundamente su dignidad».
Aun cuando el hospital no acogió la denuncia de la mujer, formó un comité de investigación de terceros.
Interrogado por los investigadores, el capellán se declaró inocente y aseguró que la paciente lo abrazó y que él le devolvió el abrazo. (International Press)
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