El domingo, alrededor de las 10 a. m., Asami Noguchi, una mujer de 38 años, fue encontrada sangrando por heridas de arma blanca en su apato en Tokio por su hermano, quien había ido a visitarla.
Noguchi fue declarada muerta en el hospital al que la trasladaron.
A las 3:30 de la madrugada, el exnovio de la mujer, un hombre de 34 años, arribó al edificio donde ella vivía en un coche alquilado. La escena fue registrada por una cámara de vigilancia.
El hombre habría entrado al apato de la mujer, en el segundo piso, por un balcón. A las 4 a. m., la cámara lo captó yéndose del lugar en el automóvil.
Unas dos horas después, el hombre fue encontrado al pie de un edificio de apatos, a dos kilómetros de donde vivía la mujer. Estaba muerto. Había saltado desde el piso 7. El coche de alquiler estaba en el estacionamiento del edificio. En su interior, había un cuchillo ensangrentado.
El hombre asesinó a su exnovia y luego se suicidó, según la policía, informó Japan Today.
El homicida y la víctima se conocieron en una pastelería, donde ambos trabajaban. Iniciaron una relación de pareja en 2016.
En agosto del año pasado, el sujeto fue arrestado por golpear a Noguchi en mayo y julio. Ambas partes llegaron a un acuerdo extrajudicial y pareció que el asunto estaba cerrado.
En noviembre, sin embargo, el hombre fue a visitar a Noguchi a una tienda de dulces donde ella trabajaba. La mujer acudió a la policía, que emitió una advertencia al tipo para que se mantuviera alejado de ella.
El día del crimen, el asesino escribió en Instagram que pensaba suicidarse y culpó de su decisión a la víctima. (International Press)
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