La nadadora japonesa Rikako Ikee brilló en los Juegos Asiáticos de 2018 tras conquistar seis medallas de oro y ser considerada como la mejor deportista del torneo.
Todo parecía apuntar a un futuro extraordinario, lleno de logros, hasta que en febrero de 2019 fue internada en un hospital por una leucemia.
La joven deportista de 20 años nunca bajó los brazos y el sábado volvió a participar en una competencia después de un año y siete meses de ausencia. Y lo hizo a lo grande, ganando su grupo en una carrera de 50 metros de estilo libre.
Conmovida hasta las lágrimas, la nadadora confesó que nunca imaginó que acabaría primera de su serie y que estaba muy nerviosa antes de saltar a la piscina.
«Me emociona poder volver a nadar en una competición. Este es el primer capítulo de mi segunda carrera en natación», dijo en declaraciones recogidas por Asahi Shimbun.
«Quiero mostrarle a la gente que puedo cumplir mi sueño», añadió.
Rikako se clasificó para los campeonatos interuniversitarios de octubre. Acabó quinta en el ranking general. Hizo un tiempo de 26,32 segundos, a 2,11 segundos del récord nacional, impuesto por ella misma.
También posee los récords japoneses en 100 y 200 metros estilo libre, así como en 50 y 100 m mariposa.
La joven tiene la mira puesta en los Juegos Olímpicos de París 2024. Tras ser dada de alta en diciembre de 2019, volvió a meterse en una piscina en marzo pasado y a entrenar en mayo.
Aunque había dudas sobre la competitividad de Rikako tras la larga para, su entrenador Isamu Nishizaki confiaba en ella. “Está bendecida con un talento natural», dijo. (International Press)
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