En abril, poco después de que el gobierno de Japón declaró el estado de emergencia por la expansión del coronavirus, las autoridades de Tokio solicitaron a los restaurantes y tiendas que cerraran, y proporcionó subsidios a los que se sumaron a la petición.
Ahora que la capital japonesa enfrenta una segunda ola de contagios, la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, dijo que si volviera a pedir a los negocios que suspendieran sus operaciones y tuviera que subsidiarlos, la transferencia de recursos supondría una “enorme carga financiera” para el gobierno tokiota.
Por ello, la propuesta no sería viable. En entrevista concedida al diario Nikkei, señaló que «necesitamos un enfoque más estratégico», focalizado en determinados sectores.
Koike explicó que ante las dificultades financieras que enfrentaron los propietarios de negocios debido a la pandemia tuvieron que suministrar subsidios dos veces, mellando el presupuesto local.
El miércoles Tokio registró 250 nuevos casos. Por vigésimo primer día consecutivo, reportó más de 100 infecciones diarias. (International Press)
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