En 2019, las personas de 65 años o más representaron el 22 % de las personas acusadas de delitos penales en Japón, aproximadamente 10 veces más que la tasa registrada 30 años antes.
Las cifras publicadas forman parte del Libro Blanco de la Agencia Nacional de Policía, que hace hincapié en el envejecimiento de la población en el país asiático.
En estos casos, la prevención es un desafío importante, según el documento, cuyos datos revela Asahi Shimbun.
Muchos de los ancianos que delinquieron fueron acusados de robo o asalto. En gran número de casos se trata de reincidentes.
¿Las razones? La policía atribuye la tendencia al hecho de que las personas mayores pierden las relaciones que tenían con sus familiares y dentro de sus comunidades a medida que envejecen.
Otro dato preocupante que también involucra a los ancianos: la proporción de personas mayores víctimas de delitos ha subido durante diez años seguidos.
En 2019, representaron el 12,3 % del total de víctimas en Japón. Los ancianos sufren estafas o robos de carteristas, entre otros delitos. (International Press)
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