El anuncio realizado el miércoles por el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, de distribuir dos mascarillas de telas a 50 millones de familias en el país fue recibido con críticas e incluso mofas entre legisladores de oposición.
Tetsuro Fukuyama, secretario general del Partido Democrático Constitucional de Japón, declaró que “las mascarillas por sí solas no pueden aliviar las preocupaciones de los ciudadanos».
Por su parte, Yuichiro Tamaki, líder del Partido Democrático para el Pueblo, dijo: «Pensé que era una broma por el día de los inocentes».
Más que mascarillas, se necesita dinero, según Tamaki. «El gobierno debería distribuir efectivo en lugar de máscaras», señaló.
En tono sarcástico, el legislador del Partido Democrático para el Pueblo, Teruhiko Mashiko, se preguntó si las mascarillas que el gobierno proporcionará son fabricadas por una compañía dirigida por un “amigo” de Abe, en alusión a los escándalos de favoritismo en los que ha estado involucrado el gobierno. (International Press)
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