Narumi Kurosaki tenía 21 años cuando desapareció el 4 de diciembre de 2016. Estudiaba en Francia y vivía en una residencia universitaria en la ciudad de Besancon. La japonesa fue vista por última vez cenando en un restaurante con el chileno Nicolás Zepeda, su exnovio.
Pese a las extensas búsquedas realizadas por las autoridades francesas, no se ha podido encontrar a la joven japonesa.
Todo apunta, de acuerdo con las investigaciones en Francia, que Zepeda asesinó a Kurosaki y que después se deshizo del cuerpo.
Poco después de la desaparición de la japonesa, el chileno viajó a su país y desde entonces las autoridades francesas han bregado para que el hombre responda ante la justicia en el país europeo.
Los esfuerzos no habían tenido éxito hasta que el jueves el Tribunal Supremo en Chile acordó entregar a Zepeda para que sea juzgado en Francia, informó AFP.
¿Con qué elementos cuentan en Francia para alegar que Zepeda asesinó a Kurosaki?
El día de la desaparición de Kurosaki, la japonesa y el chileno fueron a la residencia de ella, donde -según él- tuvieron relaciones sexuales consensuadas, después de las cuales Zepeda se retiró.
Sin embargo, de acuerdo con las investigaciones, en la madrugada otros estudiantes que ocupaban la residencia escucharon gritos y ruidos de golpe provenientes de la zona donde estaba la habitación de Kurosaki.
El hombre habría estrangulado a la mujer y, luego, trasladado su cuerpo hasta un coche alquilado.
Días antes de la desaparición, Zepeda viajó a Francia, alquiló un automóvil y condujo hasta Besancon. En el camino se detuvo para comprar fósforos, líquido inflamable y lejía en un supermercado.
El chileno devolvió el coche tres días después de la desaparición. El vehículo estaba muy sucio y tenía tierra en el lado del conductor y el maletero.
Durante varios días después de la desaparición, amigos y parientes de Narumi recibieron mensajes -inclusive en japonés- enviados desde su teléfono. Una persona de nacionalidad japonesa, amiga del chileno, declaró a la policía que Zepeda le pidió que tradujera oraciones al japonés. Una de ellas apareció en un mensaje enviado desde el teléfono de Narumi.
Con esta maniobra distractiva, el chileno habría ganado tiempo. La desaparición no se reportó hasta varios días después, lapso durante el cual Zepeda viajó a su país.
Las autoridades francesas creen que el chileno asesinó a la japonesa por celos. El chileno estaba furioso porque su exnovia había iniciado una nueva relación en Besancon. En un video publicado en internet, después removido, Zepeda amenazó a Kurosaki por tener una nueva pareja.
Zepeda y Kurosaki se conocieron en 2014 en Japón, donde el chileno estudiaba. Ambos iniciaron una relación que finalizó cuando ella se mudó a Francia en agosto de 2016.
El chileno es el único sospechoso. (International Press)
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