Mientras en México el presidente Andrés Manuel López Obrador minimiza la gravedad del coronavirus y pide a la gente salir a la calle, en Brasil el presidente Jair Bolsonaro ha llegado más lejos al comparar al virus con una “gripecita” o “resfriadito”.
Bolsonaro criticó que algunas autoridades estatales y municipales de su país hayan implantado medidas restrictivas, como el cierre de comercios y el confinamiento en masa, para atajar la propagación del coronavirus.
Como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Bolsonaro abogó por poner nuevamente a la economía en marcha. «Debemos volver a la normalidad”, dijo Bolsonaro en un mensaje transmitido por televisión.
El presidente afirmó que el virus pasará en breve y que “nuestra vida tiene que continuar. Los empleos deben mantenerse. El sustento de las familias debe ser preservado”.
Asimismo, se pronunció contra el cierre de los colegios. «¿Por qué cerrar escuelas?», dijo, alegando que la mayoría de afectados por el coronavirus en el mundo son personas mayores de 60 años.
Bolsonaro aseguró que su gobierno está tomando las medidas de protección necesarias contra el virus, pero sin la histeria que, según él, difunden los medios.
El presidente de Brasil dijo que si él fuera infectado, debido a su “historial de atleta”, no necesitaría preocuparse. Bolsonaro dijo que no sentiría nada o sufriría como máximo «una gripecita» o «un resfriadito».
En Brasil se han reportado alrededor de 2.300 casos y 47 personas fallecidas. (International Press)
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