El miércoles por la tarde, en una farmacia en la ciudad de Nagoya, Koichi Nakano, un hombre de 49 años, tosió frente a una empleada y gritó que estaba infectado con el coronavirus.
El incidente obligó al establecimiento a cerrar.
La policía arrestó a Nakano, un sujeto que hace arubaito en una empresa de seguridad, por obstruir el funcionamiento de la farmacia, revela Tokyo Reporter.
El hombre causó el alboroto, según la policía, tras enojarse porque no había podido comprar mascarillas.
Nakano no está infectado con coronavirus. (International Press)
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