Mientras en (casi) todo el mundo, incluyendo a Japón, se ordena o aconseja a la gente evitar las multitudes y quedarse en casa para ralentizar la propagación del coronavirus, alrededor de 52.000 personas ignoraron el sábado las advertencias de las autoridades y se agolparon en la estación de Sendai para ver la antorcha olímpica (de unos Juegos que, todo indica, no se realizarán este año).
Más de 50 mil personas apretujadas, un medio propicio para la expansión del coronavirus.
La enorme cantidad de gente sobrepasó largamente las 10.000 personas que el gobierno de la prefectura de Miyagi, organizadora del evento, esperaba.
Mainichi Shimbun advirtió de que se formó una cola de más de 500 metros durante varias horas, creando “un ambiente en el que el riesgo de transmisión del virus era alto”.
Los asistentes eran llevados en grupos de aproximadamente 15 personas hasta la antorcha olímpica. Cada una tenía un minuto para tomarse fotos.
Había tanta gente que los organizadores no admitieron la entrada de más personas tres horas antes del cierre programado.
«Subestimamos el número. No pensamos que tanta gente vendría», declaró a Mainichi un representante del gobierno de Miyagi, que apenas movilizó a alrededor de 90 personas para controlar a la multitud.
La exhibición se desarrolló en una plataforma al aire libre en la salida este de la estación. (International Press)
Be the first to comment