La muerte en enero del año pasado de Mia Kurihara, una niña de 10 años, como consecuencia de los abusos físicos de su padre, conmocionaron a Japón, no solo por la violencia ejercida contra la víctima, sino también por la negligencia de las autoridades para protegerla.
El Tribunal de Distrito de Chiba condenó hoy al padre de Mia, Yuichiro Kurihara, a 16 años de prisión, informó Kyodo.
El hombre de 42 años fue hallado culpable de causar la muerte de su hija al privarla de dormir y comida.
Mia fue encontrada muerta en el baño de su casa en la prefectura de Chiba.
Kurihara admitió haber agredido a Mia, pero negó otros cargos.
El hombre también fue acusado de abusar físicamente de Mia entre diciembre de 2018 y enero de 2019 y de golpear a su esposa, Nagisa.
Nagisa, de 33 años, fue sentenciada en junio pasado a 30 meses de prisión, pena suspendida por cinco años, por complicidad con su esposo.
¿Por qué hubo negligencia de las autoridades en el caso de la niña?
En noviembre de 2017, mucho antes de su muerte, Mia reveló en la escuela que era víctima de maltratos por parte de su padre.
Kurihara perdió temporalmente la custodia de su hija, quien durante siete semanas estuvo alejada de él bajo protección.
Sin embargo, al término del periodo de protección, un centro de bienestar social aprobó que volviera con su padre y después nunca visitó la casa de los Kurihara para cerciorarse de que la niña estuviera bien. (International Press)
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