Los casos de coronavirus están sucediendo uno tras otro en los asilos y en los centros ambulatorios para ancianos de varias prefecturas de Japón.
Como consecuencia, las instalaciones están siendo cerradas para su desinfección mientras los cuidadores deben guardar cuarentena en sus casas mientras confirman su contagio.
Sin locales abiertos y sin personal disponible ¿cómo continuar el cuidado de los ancianos?
Se ha observado al menos tres lugares con este tipo de problemas en las prefecturas de Aichi, Hyogo y Chiba, ha dicho un reporte de NHK.
En la ciudad de Nagoya, a comienzos de este mes, cuidadores, usuarios y gente cercana a personas infectadas se contagiaron con el coronavirus. Hasta el miércoles 11 de marzo, las autoridades los habían identificado a un grupo «racimo» de 40 infectados.
Es mismo día, se supo de seis casos más en un centro ambulatorio de la ciudad de Itami, en Hyogo. Cinco ancianos y un cuidador resultaron infectados y uno de ellos falleció.
En la ciudad de Ichikawa, en Chiba, hasta el día 11 ya habían seis infectados entre ancianos, cuidadores y parientes.
Hace una semana las autoridades de Nagoya, tuvieron que pedir a los 126 centros de cuidados ambulatorios de la ciudad cerrar desde el 7 de marzo por el lapso de 2 semanas.
Por su parte, la ciudad de Ichikawa dijo que reduciría la cantidad de ancianos a cuidar para contener los contagios.
Ante esta realidad, con muchas instalaciones ambulatorias cerradas y sin cuidadores disponibles, indudablemente la atención de los ancianos no será la adecuada.
Los expertos del sector han advertido que de continuar el cierre de los centros de cuidado y asistencia a causa del coronavirus, el sistema de atención para ancianos está en peligro.
Yuki Yasuhiro, profesor de la Universidad Shukutoku, en Chiba, y experto en bienestar social, dijo que «ante el aumento de adultos mayores que necesitan de cuidados y quienes viven solos, los centros de cuidado ambulatorio se han convertido en la base del cuidados a domicilio. Si el cierre de estas instalaciones continúa, no se podrá llevar a cabo ningún servicio de cuidado de ancianos».
Al mismo tiempo, el cierre prolongado de los centros de cuidado ambulatorio se está convirtiendo en una gran carga para las familias que necesitan de esa asistencia a domicilio para cuidar a sus ancianos mientras trabajaban o hacían otras actividades para la vida y el hogar.
Entre tanto, existe la posibilidad que el virus se expanda por más zonas y afecte, según los datos oficiales conocidos, a más ancianos, los más propensos a contraerlo de manera peligrosa.
Se ha pedido al Gobierno prepararse y actuar para un problema que puede ser mucho peor. (International Press)
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