Un total de once personas han fallecido en Italia a causa del coronavirus, que ha contagiado ya a 322 personas en este país, casi 40 más que en el último balance, según anunciaron este martes las autoridades de Protección Civil.
Los fallecidos pasan de siete a once, después de las cuatro víctimas de este martes, todas ancianas, según el último balance de Protección Civil italiana.
Son dos hombres de 84 y 91 años y una mujer de 83, todos de la región de Lombardía (norte), y otra mujer de 76 años aquejada de una “grave enfermedad”, por la que permanecía hospitalizada en Treviso, en la región de Véneto (norte), según la fuente.
Los contagiados aumentaron en 39 respecto a los datos del mediodía, hasta los 322, y la mayor parte, 240, se han localizado en el foco principal del virus en Italia, la región de Lombardía (norte), al igual que los tres últimos fallecimientos.
Le siguieron las regiones del Véneto (43), Emilia-Romaña (26), Piamonte (3), Lacio (3), Sicilia (3), Toscana (2), Liguria (1) y Alto Adige (1).
De los infectados, los pacientes hospitalizados con síntomas son 114, unos 35 permanecen en cuidados intensivos, 162 se encuentran aislados en sus propios domicilios y una ya ha sanado.
Una de las novedades de esta jornada, además del primer caso en Liguria (noroeste), es que el coronavirus, que había afectado prevalentemente a las regiones norteñas, ha llegado al sur, en concreto a la ciudad siciliana de Palermo.
Los tres contagiados en Sicilia son una mujer de Bérgamo, en Lombardía, que se encontraba de viaje y presenta buenas condiciones de salud, aunque tiene fiebre, y dos compañeros que la acompañaban en un grupo turístico.
El presidente de Lombardía, Attilio Fondana, aseguró que la población está actuando de forma “seria y cívica” ante las medidas para contener el virus, pues diez municipios lombardos con unos 50.000 vecinos se encuentran aislados.
Y pidió esperar unos cuatro o cinco días para comprender el efecto de estas medidas, en las que aseguró que confía.
El Gobierno italiano ha pedido confianza al resto de Estados del mundo para que no restrinjan las llegadas de turistas o visitantes nacionales, después de que algunos países hayan cortado el tráfico aéreo con Italia.
Con ese objetivo, el ministro de Sanidad, Roberto Speranza, se reunió hoy en Roma con la comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides, y con sus homólogos de los países confinantes, Austria, Francia, Eslovenia y Suiza, además de Croacia y Alemania.
Speranza les explicó que cerrar las fronteras con Italia sería “una medida desproporcionada y equivocada” y sus homólogos le refirieron su confianza con Italia.
“Los italianos pueden seguir viajando. Nuestro servicio sanitario, nuestros médicos y científicos están considerados de grandísimo nivel en Europa. Tenemos la confianza de todos”, dijo el ministro en una rueda de prensa, junto al titular de Exteriores, Luigi Di Maio. EFE
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