El gobierno de Japón mantendrá una estrecha vigilancia sobre la salud de las personas que desde el miércoles pasado comenzaron a desembarcar del crucero Diamond Princess -que estuvo en cuarentena en Yokohama durante dos semanas- después de dar negativo por el nuevo coronavirus.
La decisión de continuar monitoreando la salud de los pasajeros se debe a que se detectó que una pasajera, residente en la prefectura de Tochigi, que había dado negativo cuatro días antes de salir del barco, dio positivo después, cuando ya estaba fuera del crucero, reveló Kyodo.
Los funcionarios gubernamentales de salud llamarán por teléfono diariamente a cientos de personas que desembarcaron del Diamond Princess para saber sobre su estado de salud.
El ministro de Salud, Katsunobu Kato, dijo que se les ha pedido que no usen el transporte público y usen mascarillas cuando entren en contacto con otras personas.
La mujer de Tochigi que dio positivo usó el transporte público para retornar a su casa.
Mientras gobiernos de otros países, como los de Estados Unidos y Australia, están sometiendo a un nuevo periodo de cuarentena de dos semanas a sus ciudadanos que estuvieron en el Diamond Princess, el de Japón decidió dejar en libertad a los japoneses.
El gobierno de Japón justificó la decisión siguiendo una recomendación del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas, según la cual no tendría por qué haber problemas con los pasajeros japoneses si estos dieron negativo y no mostraron síntomas una vez concluida la cuarentena de dos semanas en el barco. (International Press)
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