Los pasajeros y tripulantes del crucero puesto en cuarentena en Yokohama por el gobierno de Japón para evitar la propagación del nuevo coronavirus deben permanecer en el barco hasta el 19 de febrero, según lo planeado por las autoridades japonesas.
Sin embargo, Japón modificará su plan original para que los ancianos y las personas con enfermedades crónicas puedan desembarcar pronto, según fuentes de Kyodo.
Los aludidos podrían salir del barco el martes.
El prolongado aislamiento ha generado estrés entre los más de 2.600 pasajeros. Alrededor del 80 % de estos tiene 60 años o más, entre ellos 215 octogenarios y 11 nonagenarios.
Además, si bien el gobierno ha enviado medicamentos contra la diabetes y la presión alta, entre otros males, para 750 pasajeros, la atención médica es insuficiente, según un pasajero entrevistado por Kyodo.
Hay muchas personas cuya salud se está deteriorando, advirtió el pasajero, que exhortó al gobierno japonés a enviar más médicos y enfermeros al barco.
Hasta el momento 135 personas del barco han dado positivo por el coronavirus. (International Press)
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