Hace poco, el legislador Mikio Shimoji negó en entrevista a Kyodo haber recibido dinero de la empresa china 500.com, que estaba interesada en incursionar en el negocio de los casinos en Japón.
Shimoji se retractó públicamente de su declaración y admitió en conferencia de prensa que su oficina recibió un millón de yenes (9.200 dólares) de 500.com para su campaña electoral en 2017.
La ley de fondos políticos en Japón prohíbe la donación de personas u organizaciones extranjeras.
En octubre de 2017, un empleado de la oficina de Shimoji en Naha, Okinawa, recibió un sobre que contenía un millón de yenes de un japonés llamado Masahiko Konno, quien se desempeñaba como asesor de la compañía china en Japón.
Shimoji no declaró el dinero en ningún informe de gastos de campaña. “Me arrepiento muchísimo», dijo.
El legislador aseguró que no hizo ninguna gestión ante una organización gubernamental para favorecer a la compañía china.
El parlamentario dijo que devolverá el dinero a Konno y que evaluaría renunciar a su agrupación, el Partido de la Innovación de Japón.
El líder de su partido, Ichiro Matsui, dijo que Shimoji debería renunciar a su cargo de legislador.
El caso se destapó cuando a fines del año pasado el legislador Tsukasa Akimoto, impulsor de los complejos turísticos con casinos en Japón, fue arrestado por haberse beneficiado con sobornos de la empresa china por un monto total de 3,7 millones de yenes (34.200 dólares).
El hombre que le entregó dinero en efectivo a Akimoto, el japonés Katsunori Nakazato, también asesor de 500.com, dijo que había dado un millón de yenes a otros cinco parlamentarios, entre ellos Shimoji. Los otros cuatro niegan el soborno. Akimoto también dice ser inocente.
Shimoji pertenecía a un grupo de legisladores que promovían la apertura de complejos turísticos con casinos en Japón. (International Press)
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