La Agencia Mundial Antidopaje (WADA) decidió prohibir la participación de Rusia en las principales competiciones deportivas internacionales durante 4 años, lo que significa que no podrá competir en los Juegos de Tokio 2020.
La razón de la drástica médica, explicó Kyodo, es el dopaje patrocinado por el Estado ruso y sus repetidos intentos de encubrirlo. Rusia tampoco podrá organizar eventos deportivos internacionales.
El presidente de la WADA, Craig Reedie, denunció que «durante demasiado tiempo, el dopaje ruso ha menoscabado el deporte limpio».
«Se le otorgó a Rusia todas las oportunidades para poner su casa en orden y volver a unirse a la comunidad global antidopaje por el bien de sus atletas y por la integridad del deporte, pero eligió continuar con su postura de engaño y negación», enfatizó.
Debido a ello, la WADA decidió responder de la manera más enérgica posible.
La agencia halló “inconsistencias” en algunos datos que recuperó del Laboratorio de Moscú en enero de 2019, un caso “extremadamente grave de incumplimiento del requisito de proporcionar una copia auténtica de los datos de Moscú, con algunas características agravantes».
La WADA sospecha que 298 atletas rusos violaron las normas antidopaje entre 2012 y 2015, según los datos recuperados de Moscú.
Por otro lado, la agencia manifestó que protegerá los derechos de los deportistas rusos de participar en competencias internacionales si pueden demostrar que no estuvieron involucrados en actos de dopaje. Esto quiere decir que podrían asistir a Tokio 2020.
En los Juegos Olímpicos de Pyeongchang de 2018, 169 rusos no involucrados en actos de dopaje compitieron bajo la bandera olímpica como neutrales.
En Río 2016, los deportistas rusos pudieron actuar en los Juegos Olímpicos, mas no en los Juegos Paralímpicos, debido a la prohibición impuesta por el Comité Paralímpico Internacional. (International Press)
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